La patología traumatológica es la que viene derivada de un golpe o traumatismo. Puede producir esguince, fractura, contusión, hematoma, rotura muscular u otros más específicos como rotura de menisco, tendinopatía del manguito rotador o del hombro, epicondilitis, y un largo etcétera.

Un abordaje desde la fisioterapia nos permite seguir una terapia de calidad y adaptada a cada tipo de lesión. Es importante, además del trabajo en la camilla y un buen diagnóstico, el respetar los tiempos que cada tejido biológico tiene.

Los huesos se adaptan por lo general con mayor rapidez que los tendones, por ejemplo, siendo una tendinitis un proceso delicado que debe de seguir un buen protocolo de rehabilitación y reeducación al gesto deportivo o a la actividad física.

Además, desde nuestro enfoque, la aplicación de Terapia Cráneo-Sacral es beneficiosa para estimular la recuperación de los tejidos. Esta técnica es una técnica novedosa que utiliza la homeostasis para favorecer el proceso natural de cicatrización de los tejidos.

Homeostasis es el conjunto de procesos internos que se dan en el cuerpo para mantener la estabilidad e integridad del organismo. Es importante que los diferentes componentes biológicos que participan en el equilibrio estén dentro de un orden.